viernes, 19 de noviembre de 2010

La conversación didáctica

El saber hablar y conversar se aprende y perfecciona con otros.

El docente que favorece el coloquio, a su debido tiempo y lugar, ayuda a descubrir el sentido y el valor del diálogo, lo frecuente del disenso y lo importante del consenso.La conversación didáctica facilita renovadas estrategias personales y afectivas.

Bien dice el refrán que "conversando se entiende la gente," porque de ese modo se puede conocer las motivaciones ajenas.El maestro preocupado descubrirá en sus alumnos sus necesidades cognitivas y su proceder será atinado si considera las motivaciones e intereses de quien aprende.

En la sociedad como en las aulas se emiten mensajes con su interacción verbal y no verbal que influyen y facilitan su comprensión. El receptor puede interpretar correctamente o no los mensajes, aceptarlos o rechazarlos como también reelaborarlos. En eso hay un fluir dinámico porque quien emite mensajes los recibe y quien recibe los emite, puede constatar si el mensaje recibido es el que corresponde y si la respuesta es la pretendida.



En una conversación hay interacción entre los interlocutores, con sus interpretaciones y recíprocas influencias. Los contenidos verbales puede develar conductas de quienes la generan. Uno se manifiesta tal cual es cuando se expresa porque es "genio y figura hasta la sepultura" y tiende a trascender, al decir de las abuelas porque "lo que se aprende en la cuna toda la vida dura."

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