martes, 31 de octubre de 2017

Autopsia

Sala de Autopsia de Charité Berlín.

“La muerte a nadie perdona.” (Refrán)

La investigación médica sobre el cadáver de una persona se denomina autopsia, término que deriva del griego. La anatomía observada aporta datos. Esa técnica aplicada sobre restos de animales se llama “necropsia.”

Se dan distintos tipos de autopsias:

La clínica: es la más frecuente, constata las causas y las consecuencias de las implicancias patológicas. Una autorización de los allegados al difunto debe mediar para su realización.

La forense: es la exigida por un juez por razones médico legales, ante un fallecimiento dudoso. Los familiares no pueden oponerse.

La psicológica: es la reconstrucción de la personalidad y estilo de vida del occiso. Es importante el aporte testimonial de los allegados más íntimos, de los parientes y amigos.

La histórica: es una interpretación crítica y objetiva del deceso, su origen y sus circunstancias. Se investiga porque no se ha tenido acceso directo al muerto y a su cadáver.

En todos los casos se cumple la sentencia del filósofo chino Lao- Tse: “Diferentes en la vida, los hombres son iguales en la muerte.” Como también la afirmación innegable del saber popular: “Nadie sale vivo de esta vida.” Pero, de la existencia que se extinguió nos habla la autopsia.