“La posesión no es nada si no se une a ella el goce.” (Esopo)
La pertenencia de algo propio hace que uno se considere su dueño, por ser personal. Esta afirmación es un tema considerado desde perspectivas desiguales. Uno de los siete sabios de Grecia, un tal Bías afirma: “El saber es la única propiedad que no puede perderse.”
El uso de las posesiones materiales tuvo sus vaivenes históricos. El derecho de propiedad adquiere sentido según los modelos económicos adoptados. Como muestra valga la idea de tres posturas renombradas.
El Liberalismo Económico defiende el patrimonio personal y su disponibilidad a discreción. El Estado protege ese derecho jurídicamente. Se da en un ordenamiento Capitalista. Esto tiene la advertencia del dirigente hindú Mahatma Gandhi (1869- 1948) quien enseña: “Todos los hombres son hermanos.” Él recuerda que ha de mediar la fraternidad y el altruismo, ante las desigualdades de la producción y los excesos del consumismo.
En un Régimen Socialista se involucra la abolición del derecho de la propiedad privada. Postura emparentada con el Comunismo para quien los bienes de producción adquiridos deben ser común a todos, en clara oposición al Liberalismo Económico.
Para la Doctrina Social de la Iglesia, es legítima, aunque hay otros bienes de mayor jerarquía. Se enmarca dentro de la justicia social la propiedad privada.