“La esperanza es lo último que se pierde.” (Refrán)
En cambio, la ilusión es un deseo intenso por algo, que si se basa en expectativas reales es posible alcanzarlo. En caso contrario se da la frustración que desilusiona con inesperadas consecuencias.
El poeta alemán Goethe (1749-1832) explica con sabia elocuencia: “En todo es mejor la esperanza que la desesperación.” Pensamiento que se complementa con el filósofo romano Séneca (4 a.C- 65 d.C) cuando afirma: “Los deseos en nuestra vida forman eslabones y esos eslabones hacen una larga cadena llamada esperanza.”
De lo dicho, la fe reclama encontrarla si se perdió la esperanza.