jueves, 30 de noviembre de 2023

Por sí, o por no.



“En caso de duda abstenerse es lo mejor.” (Plinio)

Esa frase del escritor y militar romano (siglo I) se considera en jurisprudencia, ante la incertidumbre de un caso, sugiere no emitir juicio. Por esa época, el filósofo griego Epícteto enseña: “Si no quieres ver tus deseos frustrados, no desees jamás sino aquello que sólo de ti depende.” En la toma de decisiones, la certeza la asume uno mismo con la exigencia de un adecuado criterio. 

Si no se sabe que es lo más conveniente, es válido abstenerse de tomar alguna determinación. Eso exige prudencia. Aristóteles, filósofo griego (siglo IV) la define como: "aquella disposición que le permite al hombre discurrir bien respecto de lo que es bueno y conveniente para él mismo.” 

La indecisión alienta el temor a equivocarse. Se disipa ese recelo si se analizan los pros y las contras, luego de una reflexión sensata. Tarea nada fácil, pero posible y necesaria, para desechar la inseguridad y acrecentar la confianza en uno mismo. El filósofo estadounidense Ralph Emerson (1803-1882) aconseja: “La confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito.” 

Se ha de asumir que los errores son parte del aprendizaje. La elección personal ha de ser en base a una opción realista, sin delegar en otro la responsabilidad, ya sea por sí, o por no.