jueves, 30 de junio de 2016

Testaferro


“Si no quieres que lo sepan los demás, no lo hagas.” (Proverbio chino)

La etimología de este término proviene del idioma italiano, “testa” significa cabeza y “ferro” alude al hierro. Socialmente tiene una connotación negativa por estar asociado a ilícitos.

En el lenguaje coloquial un testaferro es alguien que cede su identidad a otro con la intención de figurar legalmente como titular de un negocio o asunto jurídico.

Quien no está en condiciones de dar su nombre y apellido en transacciones financieras suele elegir a un testaferro, por motivos varios como evadir impuestos o desheredar parientes. Deposita su confianza en quien lo suplanta como titular de un negocio o contrato y así encubre sus aviesas intenciones,

En ámbitos políticos o esferas de poder también se dan estos sustitutos que actúan de diversas maneras en sus intervenciones. Son mercenarios cuyas decisiones no son propias sino ajenas, de quienes compraron sus voluntades.

El filósofo chino Confucio (551 aC-479 aC) con razón decía que “los hombres se parecen mucho en esencia, pero en la práctica llegan a ser muy distintos.”