martes, 30 de septiembre de 2014

Mafiosos hay muchos


“No todos los hombres pueden ser grandes, pero pueden ser buenos”. 
(Confucio)

Confucio. (551 a. C-479 a. C) Este sabio de origen chino enseña que el hombre acrecienta su dignidad si procede bien.

Quienes actúan ilícitamente están fuera de la ley y así son catalogados por la sociedad. Esos personajes suelen  reunirse para delinquir y formar  agrupaciones delictivas cuya estructura mafiosa tiene códigos similares donde se constituyen.

Se constató que el origen de “la mafia” se dio en el sur de  Italia donde es conocida como “la cosa nostra.” Sus miembros hacen justicia por mano propia, son parte del crimen organizado y se consideran “hombres de honor.” Ellos brindan protección a cambio de exigentes prebendas e imponen “la ley del silencio.”

Esos bribones le dan la razón al  poeta latino Juvenal (60-128) quien advierte que: “aquellos que tienen los mismos vicios se sostienen mutuamente.” De ahí que  bien dice el cónsul de la República de Roma, Marco Tulio Cicerón (106 a. C- 43 a. C): “Cuando encuentres a un hombre bueno, intenta imitarlo. Cuando veas a uno malo, examínate a ti mismo.” ¿Por qué? Porque mafiosos hay muchos.