martes, 29 de septiembre de 2015

Atrapado por un cepo.


El término cepo tiene varias connotaciones acordes a su finalidad. Se lo conoce como un artefacto para sujetar algo o a alguien. Fue usado con frecuencia como instrumento de tortura, inmovilizando pies y manos de las víctimas. En la caza de animales permitía atraparlos sin provocarles la muerte. En la era del automóvil su aplicación sirve para impedir el rodaje de las ruedas, a modo de sanción para su conductor. En el ámbito económico, en sentido figurado pero con una eficacia real, se lo emplea para impedir que los usuarios hagan uso de su dinero en determinados aspectos.

Las alcancías cepo son recipientes que permiten introducir dinero en su buzón pero no extraer manualmente la limosna una vez depositada, sólo es posible con la llave que abre el cerrojo del orificio de salida.

En narraciones literarias que describen vivencias de la vida rural, hay constancia de su uso aplicado a quienes se insubordinaban a la autoridad.

La pregunta que cabe, a modo de conclusión, es constatar si alguien alguna vez quedó atrapado por un cepo.