lunes, 31 de julio de 2017

Pobre, humilde o indigente

Confucio

“Como se vive se muere.” (Refrán)

Algunos consideran esos tres conceptos como semejantes, pero difieren entre sí por su significado.

Cuando de la pobreza se trata, se alude a la escasez de determinadas cosas necesarias como lo económico, el vocabulario o la inteligencia. Ser pobre no implica deshonra alguna, siempre y cuando no se pierda la dignidad. La sentencia popular indica: “Al pobre le faltan muchas cosas, al avaro todas.” Además advierte: “A pobre viene quien gasta más de lo que tiene.”

El sabio chino Confucio (551-479 a C) enseña que “la humildad es el sólido fundamento de todas las virtudes.” Ella supone el conocimiento que uno tiene de sí, con sus debilidades y limitaciones, sin falsa modestia ni soberbia. El filósofo griego Sócrates (470 a C- 339 a C) explica que “el orgullo divide a los hombres, la humildad los une.”

El indigente se halla por debajo de la línea de pobreza a punto de sumergirse en la miseria. Es aquel a quien le falta lo indispensable para subsistir. Situación que afecta sin distinción alguna y surge por múltiples causas. Es un estado lamentable que el decir popular lo confirma: “Enfermos indigentes, no tienen amigos ni parientes.”

A veces, hay términos que diluyen su significado original y tienden a confusión. Es así como suele suceder con pobre, humilde o indigente.