miércoles, 29 de agosto de 2018

Arrepentido


“Nunca es tarde para el arrepentimiento y la reparación.”
(Charles Dickens)

Cuando alguien se aflige por su proceder incorrecto según lo hecho, lo dicho o dejado de hacer, ingresa en esa categoría. Pero, es necesario el debido resarcimiento.

En la jurisprudencia se encuentran legislaciones donde el arrepentido colabora con el juez en sus reconocimientos. La justicia contempla esos casos favoreciendo al reo con la disminución de la pena que le cabe.

El filósofo griego Aristóteles (384 a C-322 a C) asevera que “los hombres malos están llenos de arrepentimiento.” Lo expresado es sensato si se toma conciencia del error y se lo rectifica. Entonces, la nobleza aflora con el reconocimiento y la corrección del traspié ocasionado.

En 1998, el escritor portugués José Saramago (1922-2010) obtuvo el Premio Nobel de literatura. Él supo preguntar: “¿Para qué sirve el arrepentimiento, si eso no borra nada de lo que ha pasado? Y con acierto responde: “El arrepentimiento mejor es, sencillamente, cambiar.” Excelente consejo para un arrepentido.