jueves, 31 de marzo de 2022

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 “Si presto, al cobrar molesto.” (Anónimo)

Esta palabra proviene del inglés y significa “omisión, falta, descuido o negligencia.” Cuando se relaciona con lo económico, declara el incumplimiento de las obligaciones inherentes por un préstamo dado. Un comerciante experto sabe cómo tratar a sus clientes y de lo engorroso que es cobrar las deudas. 

En un empréstito hay participantes. El que presta es el acreedor, protegido jurídicamente ante quien toma su préstamo. En cambio, quien recibe el anticipo es el deudor y tiene el deber legal de devolverlo, según lo pactado. John Quincy Adams, (1767-1848) uno de los presidentes de Estados Unidos, afirma: “Hay dos formas de conquistar y esclavizar una nación. Una es la espada. La otra es la deuda.” 

Quien fuera rector y catedrático de la universidad de Edimburgo, el escocés Thomas Carlyle (1795-1881) asevera: “Sólo hay dos medios de pagar las deudas: por el trabajo y por el ahorro.” 

En lo posible, sobradas evidencias aconsejan no pedir dinero prestado. Como a su vez, conviene en el teatro de la vida, prescindir de ser actor de un default.