El español Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) escribió la novela Don Quijote de la Mancha. Personaje que se auto percibió como un caballero andante, en pos de un mundo mejor. Convenció a su vecino, que lo acompañara en tamaña aventura y lo nombró su escudero. Éste, sencillo labrador de prominente abdomen, se llamaba Sancho. Nombre de origen latino que significa santo.
¿A quién se le tilda ser un Sancho Panza? A uno que es pragmático, realista, materialista, acomodaticio, de hábitos rústicos y amigo del buen comer. Lo contrario del idealismo de Don Quijote de la Mancha, que reconocía en su escudero a una persona tosca, crédula, humilde y paciente. Pero, considerado un compañero que bien le cabía el refrán: “Quien tiene un amigo tiene un tesoro.”
El dramaturgo latino Plauto (254 aC-184 aC) asevera: ”Un hombre que está al servicio de otro ha de tener bien sujetos sus ojos, sus manos y su lengua." Recomendación que insiste en la sensatez y discreción, en toda relación de dependencia. Esto lo tuvo con Don Quijote su asistente incondicional Sancho Panza.