martes, 30 de noviembre de 2021

Un país de jauja.


“Se cosecha lo que se siembra.” (Refrán) 

Cultivar la tierra es una promesa de esperanza. La extensión territorial es parte de un país. Jauja es una ciudad ubicada en el centro de Perú, a 150 km de Lima y a 3000 metros de altura. En el siglo XVI, a ella acudían enfermos para sanar sus dolencias, beneficiados por el micro clima. 

En el lenguaje coloquial se dice “esto es una jauja” cuando, con poco o sin ningún esfuerzo, sin importar los medios empleados, se obtiene algo propuesto. El poeta griego Sófloques advierte: “Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo.” 

El prócer argentino Manuel Belgrano (1770-1820) en su lecho de muerte exclamó: “¡Ay, Patria mía!” Dolorosa queja por los acontecimientos, de ese entonces, que enrarecían el presente y el futuro inmediato de su suelo natal. Tal vez percibió el mensaje de Sófloques, como una advertencia ante un país de jauja.