“A mal tiempo, buena cara”. (Refrán)
La palabra cuarentena expresa “cuatro veces diez.” El número cuarenta en la religión judeo cristina distingue acontecimientos significativos. Señala el tiempo en el cual el pueblo de Israel deambuló en el desierto, por años; él de la permanencia de Noé en su arca, durante los días del diluvio; las jornadas en que Cristo ayunó solitario. La cuaresma religiosa tiene esa duración, se inicia
el miércoles de ceniza y finaliza en Semana Santa.
En medicina delimita el aislamiento preventivo de un enfermo que varía según su dolencia. En Venecia, por el siglo XIV, se aisló a los que sufrían la peste negra, por cuarenta días. A raíz de eso, en lo sucesivo se aplicó esa modalidad.
El filósofo griego Sócrates (470 a C-399 a C), maestro de Platón y fundador de la filosofía occidental, aconseja que: “Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle.” De esto, se deduce que para estar protegido es significativa la cuarentena.
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