“Donde hay educación no hay distinción de clases.” (Confucio)
La numerología se halla fuera de la disciplina matemática y es considerada una pseudociencia. Es una práctica, según tradiciones y creencias, que vaticina en base a los números del sistema decimal.
¿Quién no se inquietó por algo que soñó alguna vez? Muchos aficionados a la quiniela, al recordar la representación onírica que han tenido, apuestan dinero en alusión a un número insinuado. Por ejemplo, si sueñan con plantas juegan al número 59 o si dormidos evocan imágenes que esbozan a un cazador, juegan al número 65.
Recientes versiones periodísticas dieron cuenta que nuestros educandos fueron evaluados en referencia a la calidad educativa demostrada y del puesto 58 descendieron al 59 entre 65 países participantes. Guarismos estos que pueden ser considerados o no, por quienes juegan a la quiniela.
La educación no es una variable independiente de lo social. No se han de dar respuestas aisladas a un tema tan complejo, que exige una política constante y bien definida. Pero, cuando de enseñanza aprendizaje se trata, los dígitos mencionados son una seria advertencia que exigen una prevención inteligente y una gestión eficaz, con planificaciones estratégicas, para no dar cabida al azar, porque:”toda desgracia es una lección.”(Proverbio turco)
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