“No hay médico para el miedo”. (Anónimo)
Miedo, ¿a qué? A lo que sucede o pueda acontecer…Posibilidades hay muchas. El miedo o el temor a algo o a alguien es una emoción intensa desagradable. Es un estado de alerta frente a una amenaza que pone en riesgo nuestra integridad física o psíquica.
El débil, el indefenso, el valiente o el poderoso buscan protegerse ante una fatalidad o inseguridad. En el resguardo pueden emerger desenlaces justificados o no y a hasta se llega a sobornar el silencio o la justicia.
El escritor español Alonso de Ercilla y Zuñiga (1533-1594) afirma que “el miedo es natural en el prudente y saberlo vencer es ser valiente.” Prudencia y valentía son dos componentes que movilizan el ánimo. Pero, no es tan simple, es preciso diferenciar si la causa es real o ficticia.
Cuando surge un peligro, el recelo exige estar alerta. Si se procede con inteligencia cunde la sensatez. Están quienes se benefician atemorizando a otros. Las dudas se disipan y el ingenio se agudiza en defensa propia al descubrir ciertos móviles. En eso se fundamenta la sabiduría popular cuando afirma que “el miedo no es zonzo.
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