“El vivo vive del zonzo y el zonzo de su trabajo.” (Dicho popular)
La sentencia alude a quien se aprovecha de otro, por ser ingenuo, bondadoso o desventurado. Al que comercializa drogas aditivas, en el lenguaje coloquial, se lo nombra como narcotraficante. Éste se enriquece vendiendo narcóticos a los adictos. Acción que deja pingues ganancias a unos pocos, a costa de la adicción de otros muchos. El filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1778- 1860) indica: “La mayor de las locuras es sacrificar la salud por cualquier otro tipo de felicidad.”
La ruta de la droga es transitada por una red criminal, que va desde su producción hasta su distribución. Esos mercaderes son delincuentes que fomentan la corrupción, las enfermedades y la muerte. Ellos atentan contra la vida y las buenas costumbres. Bien manifiesta José Mujica, (1935) ex presidente de Uruguay, (2010-2015) “El narcotráfico, no la droga, el narcotráfico es el peor flagelo que estamos soportando recientemente en América Latina.”
Esa actividad genera violencia en distintos ámbitos, vulnera el estado de derecho y contamina las instituciones. La prevención honesta protege a todos los habitantes y en especial a los más vulnerables. El médico suizo Carl Gustav Jung (1875-1961) enseña: “Toda forma de adicción es mala, sin importar si el narcótico es alcohol, morfina o el idealismo.” Por eso, una actitud realista puede para enfrentar al narcotráfico.
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