sábado, 31 de agosto de 2024

Escándalo.

 “Cuando el río suena es porque piedras trae.” (Refrán)

Ese término indica un proceder incorrecto que promueve alboroto. Sus causas son múltiples. Su divulgación estimula rechazos e indignación social. Si se refiere al ámbito privado de las personas, puede provocar vergüenza ajena. A quien lo provoca se lo desaprueba y tilda de desvergonzado. La escritora francesa Simone De Beauvoir (1908-1986) expresa: “Lo más escandaloso que tiene el escándalo es que uno se acostumbra.” 

Esa realidad es deplorable cuando toma público conocimiento y en ocasiones se la pretende encubrir. Con sabiduría un refrán indica: “El mal y el bien no son amigos, pero son vecinos.” La actriz inglesa Liz Taylor (1932-2011) afirma: “Descubres cuáles son tus verdaderos amigos, cundo estás involucrado en un escándalo.” 

También se da cuando una situación inconveniente altera el orden público. Por lo general es motivo de una contravención y causa impacto. Hay hechos que se difunden basados en mentiras, con la intención de desacreditar a quienes involucran. Si se descubre la falsedad de la metodología empleada, sus promotores son desacreditados y factibles de ser penados por la legislación vigente. El capellán del rey de Inglaterra Thomas Fuller (1608-1661) enseña: “Una mentira no tiene piernas, pero un escándalo tiene alas.” Por eso los escándalos son escándalos. 

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