Es un enunciado para decir que una amistad llegó a su fin. En un tiempo lo decían los niños disgustados con sus amiguitos y cortaban así los afectos. En el arte y en los oficios se emplean serruchos o sierras para cercenar elementos sólidos, de un modo manual o impulsadas por un motor. Surgen antecedentes. Él más lejano está en el carpintero chino Lu Ban (507 aC-444 aC) quien ideó una hoja de metal dentada para trozar madera. Él más reciente está en el médico alemán Bernhard Heine (1800-1846) quien inventó un “osteótomo de cadena” para evitar el martillo y el cincel en la amputación ósea de sus pacientes. Palabra de origen griego que significa “osteon” hueso y “tomía” cortar.
El ingenio humano sabe “hacer fácil lo difícil.” El proyecto de ciertas herramientas es la prolongación de la mano. De ahí el invento del serrucho con sus modelos y utilidades, para bien o para mal. La alusión “serruchar el piso a alguien,” determina a quien sabotea a otra persona en beneficio propio. Finalidad que se logra por diversas maneras, ya sea con una simple sierra o con una sofisticada motosierra.
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